"Cuando el que manda pierde la vergüenza, el que obedece pierde el respeto".

jueves, 19 de enero de 2012

Seguridad jurídica en las Fuerzas Armadas

Seguridad jurídica en las Fuerzas Armadas

Cuando decimos "seguridad jurídica" estamos hablando del nivel de confianza que genera una nación. La palabra "seguridad" es sinónimo de tranquilidad, de calma, de certeza. Y en ese sentido el concepto "seguridad jurídica" se usa para calificar el grado de respeto por la ley que ofrece un país a sus ciudadanos y a la comunidad internacional. Seguridad jurídica es sinónimo de respeto por las instituciones.

Inseguridad es sinónimo de inestabilidad, y ésta conduce a la frustración. En ese marco, podría interpretarse como una manifestación de cansancio; sirva como ejemplo la nefasta situación de la Escala de Suboficiales debido a la falta de certezas jurídicas. Todos tenemos tristes experiencias de lo que significa perder la confianza en una persona. Desde un compañero que nos falló o un familiar que nos sorprendió ingratamente con su conducta, hasta un amigo que no honró su deuda. Todos ellos son ejemplos que tienen un punto en común: generan inseguridad futura. Pues bien, por más que nos cueste aceptar la realidad, éste es el sentimiento hacia los gobernantes de nuestro país que hoy experimenta cualquier suboficial que consiguió su despacho de Sargento con anterioridad al día 1 de enero de 1990, fecha de entrada en vigor de la Ley 17/89. Tampoco los que lo hicieron posteriormente han salido mejor parados.No nos inspiran seguridad. Y es lógico que sea así, pues no se han respetado las expectativas de carrera que otorgaban las leyes, a los suboficiales, en el momento del ingreso. No es el gobierno actual el que inspira desconfianza, son todos los que se han sucedido en el tiempo tras esa fecha, legislando en contra de la carrera del suboficial sin tener en cuenta los principios fundamentales de Buena Fe y de Confianza Legítima.

Pacta sunt servanda, locución latina, que se traduce como "lo pactado obliga", expresa que toda convención debe ser fielmente cumplida por las partes de acuerdo con lo pactado, máxime si una de ellas compromete hasta la última gota de su sangre si fuese necesario. Aunque sabemos que la Administración no está obligada contractualmente, constituye un principio básico del derecho civil. Sin embargo, partimos de una realidad demostrable: las leyes de carrera militar se suceden una tras otra, aplicándose con carácter retroactivo y perjudicando de forma metódica a la Escala de Suboficiales, como si de un estado de excepción se tratase. Esencialmente, la declaración de emergencia contempla la suspensión o restricción de ciertos derechos fundamentales, pero habrá que convenir que no es el caso.

En este punto llegamos a la esencia del análisis: generar la confianza perdida es, hoy, el desafío crucial para la Administración y en consecuencia para las Fuerzas Armadas. No se trata de beneficiar a unas escalas más que a otras sino, por el contrario, aplicar de manera estricta el Principio de Igualdad que propugna la Constitución Española. Se trata de restituir lo que algunos consiguieron con los principios de igualdad, mérito y capacidad tras aprobar una dura oposición y superar los planes de estudios correspondientes. Es el Suboficial, denominado como la “columna vertebral” de las FAS, pero luego de la enorme violación de lo pactado durante tres leyes sucesivas, a nuestra escala no le va a resultar fácil creer nuevamente en palabras sin que se produzcan hechos. Generar confianza es sinónimo de respeto, y eso es lo que se le pide a nuestros gobernantes para que consideremos, el nuestro, un país con seguridad jurídica: respeto por las normas, respeto por los fallos, respeto por los contratos y por las instituciones, pero sobre todo respeto por las personas que han permanecido calladas de una forma abnegada, con la convicción de que sus garantes velarían algún día por ellos.

Ese camino requiere de un plan, que debe ser respaldado por los dirigentes de nuestro país y que servirá como la mejor garantía para que el suboficial llegue a ser miembro de la institución disciplinada, jerarquizada y unida de un estado con seguridad jurídica. Hay que trabajar en este sentido sin buscar culpables del daño ocasionado, pero siendo conscientes que el punto de partida debe ser el respeto, la búsqueda de la justicia y el trato igualitario entre todos los miembros de la Institución; todo ello visto desde un prisma totalmente objetivo. Llegados a este punto, hay que significar que no se debe pretender la “pesca en río revuelto” sino que se ha de buscar lo que sabiamente refleja el artículo 18 de las Reales Ordenanzas. Justicia en las Fuerzas Armadas:“Propiciará, con su actuación, que la justicia impere en las Fuerzas Armadas de tal modo que nadie tenga nada que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad.”Un país que pretende alzarse entre los grandes no puede dejar de ofrecer el valor de la seguridad jurídica. Una escala envejecida, desmotivada, desconfiada e insegura, son sólo efectos. La causa es la incertidumbre generada por la falta de respeto a las normas.Y a pesar de todo, seguimos en primera línea.

Un saludo.


PUBLICADO POR brigadasaurio en: http://www.as-fas.es/Foro/index.php?topic=5152.0

martes, 17 de enero de 2012

RESPONSABILIDADES
El tiempo va pasando, y de la cacareada modificación de la Ley de la Carrera Miliar, seguimos sin saber nada. Siendo sincero, me lo imaginaba, el gobierno ha cambiado y también el ministro de defensa y el subsecretario y... pare Vd. de contar, en las zahúrdas de nuestro querido ministerio, siguen los mismos, los ejecutores de una de las peores leyes de la historia democrática de este País, que ha conculcado derechos de forma abyecta y ha cometido arbitrariedades tan grandes en unos servidores públicos que no tiene parangón, y parapetándose en la alevosía y el escarnio de saber que sus víctimas están indefensas ante las tropelías.
Nadie les exige responsabilidades, es más alguno de ellos hasta ha sido felicitado por participar en este engendro, y ninguno tiene la vergüenza torera de reconocer los errores. Cuando llegan los recursos son ellos mismos los que los informan negativamente, a sabiendas de que la aplicación de la Ley genera agravios y perjuicios que avergonzarían a cualquiera con medianos conocimientos jurídicos. Y estos son los grandes problemas que tenemos los suboficiales, la nula formación jurídica de los que desarrollan las leyes que gobiernan nuestro futuro y la indefensión.
Los suboficiales, tenemos que desengañarnos, nuestros problemas nunca tendrán solución mientras los que hacen las leyes sean los mismos que después tienen que desarrollarlas y aplicarlas y resolver los recursos y que además son nuestros superiores. Unos superiores que han demostrado que no son gente de fiar y que no han cumplido una de sus obligaciones que por delegación les corresponde y que es velar por los intereses de nosotros, sus subordinados.
El nuevo gobierno tiene una oportunidad de oro, para sacar de la arbitrariedad y de la inseguridad jurídica a los suboficiales, devolviéndoles sus derechos, pero desde luego no lo conseguirá si en la Dirección General de Personal, donde "cocinaron" esta infame ley siguen los mismos, gozando de la impunidad que da el que nadie te exija la más mínima responsabilidad por un trabajo mal hecho.

viernes, 6 de enero de 2012

VICENTE SALVADOR CENTELLES, HASTA NUNCA…

VICENTE SALVADOR CENTELLES, HASTA NUNCA…

He esperado pacientemente y por fin disfruto de la pequeña satisfacción de ver cómo te dan la patada y te cesan. Has sido nefasto, y me consuela saber que dentro de poco nadie de los que hemos tenido la desgracia de sufrir los desmanes de tu gestión se acordará de ti, pasarás directamente a ese limbo que todos tenemos en la memoria donde enterramos nuestras experiencias dolorosas y amargas, nuestros sinsabores y decepciones y nuestros recuerdos tristes y penosos.
Ha tenido que cambiar un gobierno para deshacernos de ti, aunque seguro que como buen esbirro, en tu interior abrigabas la esperanza de continuar agarrado al cargo, a fin de cuentas has demostrado hasta la nausea ser bizcochable y acomodaticio, sobre todo en tu etapa de director general de personal.
Bueno Vicente, no se cual era tu lista de objetivos, si es que tenias alguno, pero te vas y el resultado de tu política de personal deja a los Suboficiales sumidos en el desanimo, sin motivación, sin cohesión de grupo, llenos de frustración profesional y empieza a cundir la apatía, la verdad es que si fueses el Jefe de RR.HH de una empresa privada, no durabas ni dos telediarios.¡¡ Si, ya lo se…!!, los suboficiales, al Ejercito en general y a ti en particular os importamos una mierda, no hay más que ver las últimas leyes en las que has participado convirtiéndonos en un colectivo humillado, sin expectativas laborales y desprestigiado.
Bueno, paso de rollos, que a estas alturas seguro que no te interesan, además lo único que quiero es despedirme de ti, desearte lo peor, y que si existe justicia divina, caigan sobre ti las mismas desgracias, humillaciones y vejaciones que tú has infringido a los Suboficiales.
Hasta nunca.


publicado por ANDI en: