"Cuando el que manda pierde la vergüenza, el que obedece pierde el respeto".

jueves, 11 de junio de 2009

EL FRACASO DE UNA LEY

Hoy estoy de mal café. Y no lo digo por el de la máquina de este periódico, que si Juan Valdés se asomara por aquí... Estoy así porque muchas veces el esfuerzo no se ve recompensado, porque las palabras hoy en día no se las lleva el viento pero hay muchos empeñados en soplarlas desde su atalaya, porque a veces me parece estar predicando en el desierto y porque llevo tres semanas seguidas currando y estoy harto.
En este estado a uno se le quitan las ganas de luchar, de seguir pegándose con los molinos de viento y de conquistar algún días las más altas cimas de este maldito oficio. Pero entonces uno gira la cabeza y se encuentra con situaciones profesionales dramáticas impulsadas desde el supuesto barniz de corrección y bondad que otorga una ley. Y no es que me consuele, sino que siempre, viendo a gente dejarse los cuernos por su futuro, se me revuelve el alma.
La Ley de la Carrera Militar es de lo peor que se ha hecho en este país. Ha logrado airar a todas las escalas, frustrar a multitud de militares y golpearles en su vocación más fervorosa. Nadie mueve un dedo en el Ministerio. Unos parches para tapar unos agujeros clamorosos y ahora a aguantar el tipo. Es cierto que esta Ley no nace de las mentes del actual equipo y que al llegar se encontraron con la patata caliente en sus despachos, pero aún están a tiempo de rectificarla, antes de que la guerra total contra la Ley estalle desde todas las escalas y acabe en un colapso total.
A los suboficiales les han terminado de machacar y se pudrirán de sargentos hasta el fin de los días. A los de la escala superior les han colado gente por encima que antes ni siquiera tenía visos de ir a ascender. Y a los de la escala media les obligan a hacer un curso inútil para demostrar que valen para lo que llevan haciendo años. Curso que además, al no estar regulado correctamente, da pie a que muchos instructores y jefes de academia apliquen el reglamento que les apetece, sancionando como les apetece y a quien les apetece. El uno de julio se unirán las escalas y se desunirá el espíritu de las Fuerzas Armadas en mil cabreos.Esta ley es un porquería. A mí no me afecta, pero como hoy estoy así quería patalear contra algo. Ahora os toca a los que sí os afecta y estáis leyendo esto. Aquí tenéis el rincón del pataleo.

1 comentario:

  1. Por cierto...os habeis puesto a pensar que todo este bodrio de leyes y las penurias que pasan los Ejércitos está gestionado? por los "lumbreras" de la "super". Necesitan urgentemente un curso de "adaptación " al nuevo siglo XXI porque con las formas que usan del XVIII esto ses un desastre...no, no le echeis la culpa a los políticos...es la "camarilla" de la "Cópula" la que nos ha llevado a este marasmo....generalitos decimonónicos con apellidos compuestos "ex-profeso" y añadiendo "de" que no existían cuando se presentaron a la academia. Que preparación tan nefasta les dieron que nos ha llevado hasta esta fractura de la Institución militar...pobres, que mal lo tiene que estar pasando...¿duele que alguien que promocionó desde Suboficial te haya adelantado en el escalafón? ¿Ah, que no sois tan "divinos" como pensabais?...vaya tela,...que banda de incompetentes...

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